viernes, 23 de octubre de 2015

¿En verdad sé algo?

Esta vez no haremos un recorrido de los temas expuestos en las entradas pasadas para poder realizar un psicoanálisis acerca de mi mente. Esta vez solo se hará con el fin de ligar lo visto hasta ahora para cerrar el segundo módulo del curso.

Durante estas 10 semanas hemos estado trabajando bajo el concepto de conocimiento y lo que implica el "conocer, saber y creer". Hemos leído a autores como Fernández Christlieb, Luis Villoro y José Ortega y Gasset. Cada uno de estos autores nos muestra bajo sus propios criterios su entendimiento acerca del conocimiento. 

Comencemos con Ortega y Gasset. Este autor nos hablaba acerca de las ideas y creencias. Con nuestro propio punto de vista podríamos decir que las ideas solo son objetos/acciones/pensamientos abstractos que están dentro de nuestra mente, solo se encuentran ahí, mientras las creencias son aquellas ideas con las que vivimos y nos relacionamos con el mundo y con nosotros mismos. Ortega y Gasset nos hablaba de las diferencias acerca de tener un pensamiento a una creencia.  Aquella diferencia es justo la que propuse desde mi punto de vista, una idea no es más que un pensamiento, mientras la creencia es la vivencia de esos pensamientos en la vida. Al tener un pensamiento, este suele cuestionarse y argumentarse, mientas la creencia simplemente se vive, se “disfruta”.

Ortega y Gasset también nos habla acerca de “la duda”. Esta duda que surge en su texto “Ideas y Creencias” no se trata de algo confiable, sino que es algo que nos da cierta inestabilidad y que puede generarnos incluso más dudas.

La fe cree que Dios existe o que no existe. Nos sitúa, pues, en una realidad, positiva o “negativa”, pero inequívoca, y, por eso, al estar en ella nos sentimos colocados en algo estable
José Ortega y Gasset, Ideas y Creencias, 1934

Agrego esta frase ya que interviene uno de los debates sin fin más triviales. La creencia en un dios o la creencia en que no existe, no nos hace estar “bien o mal”. Cada quien tiene aquella creencia a partir de las ideas que ha generado a lo largo de su vida y de sus vivencias, así como lo adoptado por la sociedad que lo rodea y el entorno en el que crece y se desarrolla.

Nuestras creencias no nos hacen tener una realidad acertada, pero tampoco inequívoca. Al ser solo creencias, estas no afectan a la realidad. Otro ejemplo es la creencia de la vida fuera del planeta Tierra. Nadie está equivocado ni acertado, no se tiene una evidencia de ello, por lo que es una creencia más.

Cambiando un poco lo que estamos hablando, me permito hablar acerca del conocimiento visto como una actividad, es decir, el “conocer”.

Nuestro segundo autor en este escrito es Luis Villoro, quien nos habla del “saber, creer y conocer”. Villoro nos plantea como podemos notar la diferencia entre estos tres conceptos. Para saber se necesita una total seguridad, además de poder contar con pruebas con las cuales basarnos, es decir, poder generar una verdad justificada en base a pruebas.  En cambio, para creer no se necesita siquiera un poco de certeza, mucho menos pruebas ya que las creencias son solo suposiciones acerca de cualquier cosa. Por último esta el conocer, es decir “orientar de forma acertada y segura la acción”, Villoro.

Estos tres conceptos son básicos dentro del campo del conocimiento, ya que podríamos verlo desde un punto en el que estas acciones son etapas por las cuales uno pasa para poder llegar al conocimiento. Primero podemos tener una vil creencia acerca de cualquier cosa, al ser esta una creencia solamente, hace que nos surjan dudas, las cuales las podemos resolver “sabiendo”. Es decir, buscando pruebas que acerten nuestras creencias en caso de ser posible. Si nos damos cuenta que nuestra creencia es verídica en el mundo y no solo en mi mente, podemos llegar a la parte en la que “conocemos” la realidad y la verdad a partir de pruebas que pasamos.

Debido a que en este blog se pueden llevar discusiones, pude captar la similitud con una compañera del ITESO, en la entrada en la cual hablé específicamente de este tema. Ella estudia diseño, y yo hablé acerca del diseño de redes, lo que nos  hizo comprender de mejor manera lo que el otro decía ya que era un área un poco común. Mencionaba que ella como futura diseñadora es importante saber las verdaderas necesidades de los clientes, “atacando” su problema desde la raíz para no generar más problemas con la solución o soluciones que se le propongan. Mencionábamos que es muy importante esto porque nos puede llevar a complicaciones durante nuestros proyectos, es decir, el trabajo final entregado al cliente no era lo que realmente necesitaba, porque no hubo una buena comunicación ni un buen conocimiento acerca del problema a resolver, tanto de parte del cliente al no saber cuáles son sus verdaderas necesidades así como para nosotros como trabajadores que no conocimos aquellas necesidades.

“El conocimiento es un proceso psíquico que acontece en la mente de un hombre; es también el producto colectivo, social, que comparten muchos individuos”
Luis Villoro, Introducción del problema y del método

Por último, en estas últimas tres semanas tocamos el tema del conocimiento de los objetos y cosas que nos rodean. Para este tema leímos el texto “Psicología colectiva de las cosas y otros objetos” de Pablo Fernández Christlieb.


Christlieb nos habla acerca de la relación de los objetos con lo que los rodea y la época en la que se encuentran, para hacer más fácil este ejemplo nos pone como épocas a comparar la actual y la que se tenía en la edad media, donde se pensaba que el color rojo era el “único”, era tanta la importancia que te daba este color que los otros los volvía minúsculos y los opacaba con el poder que le daban en su época. El color rojo reflejaba sabiduría y poder, por lo que las personas que podían utilizar este color, eran aquellos que pertenecían a la realeza y a personas relacionadas en el poder.

Christlieb no solo nos habla del conocimiento de los colores y como estos cambiaron durante el transcurrir de los años, sino que también nos habla de los objetos y de las diferentes percepciones que se tienen de los mismos. Christlieb nos define objeto como algo que pone objeciones, o que alguien lo percata. Si ponemos como ejemplo la época en la que nos pone Christlieb, podemos decir que un objeto existente en la edad media nuevo para la época es muy diferente al mismo objeto en esta época. Algo se vuelve tan anticuado o incluso “normal” que dejamos de prestarle atención, por lo que hacemos que esto pase desapercibido aunque en otra época fue el “hit” del momento. Eso mismo es la percepción. Es la realidad de las cosas. Una persona percibe las cosas de diferente manera en la que otro individuo lo hace, lo que nos hace decir que la realidad es diferente, incluso entre nosotros mismos. Un ejemplo que puse en la entrada pasada era acerca de la tecnología. Las percepciones son distintas según sean las creencias y saberes de las personas. Para alguien estas pueden ser buenas como para otros malas e inservibles.

Toda esta unidad me hizo reflexionar acerca de lo que he aprendido, no solo en este semestre o en lo que llevo de la carrera, sino durante la vida. Cómo han ido evolucionando mis conocimientos hasta llegar al punto en el que me encuentro junto con mis creencias. Una evolución que me gustaría hacer notar es acerca de mis creencias religiosas. Básicamente, estas han desaparecido, dando lugar a diferente tipo de conocimientos. Nací y me desarrollé en una familia católica, por lo cual era católico de nacimiento, sin embargo, mis vivencias y mis conocimientos acerca de ciertos ámbitos de la vida y de las ciencias, me han llevado a preguntarme acerca de dichas creencias, lo que las convirtieron en una creencia de la negación de las mismas. Es decir, como también lo mencionaba más arriba, la creencia de la inexistencia de un dios, no solo de dios que pone la iglesia católica, cristiana, sino también los dioses de otras religiones. 


Eso solo es en la parte de las creencias y los saberes, pero aún falta el área de la percepción de las cosas y lo que nos rodea, lo cual me hace hacer énfasis en la manera de percibir de un compañero con quien comparto otra clase distinta a esta. Él es realmente fan de la tauromaquia, es un seguidor fiel de la misma y alguien que piensa que esto es un arte. He aquí cuando entre mi percepción de la tauromaquia. Desde mi punto de vista no es nada más que la tortura pública de animales que no son utilizados ni para dar de comer al humano ni a otros animales. Solo los utilizan para la pura diversión de aquellos que disfrutan ver estos espectáculos. Si bien es un gran reto para el torero realizar los movimientos que realizan frente a un enorme toro de más de 5 veces su peso, también es muy cobarde plantarse frente al mismo mientras el toro sangra por todas las lesiones causadas por el torero creyendo este ser valiente al postrarse frente a la criatura agonizante que espera su fin a costa de la espada del torero.

Las percepciones son claramente distintas, mientras uno piensa que esto es un arte, yo pienso que es una tortura.

¿Pero basta con pensar que esto es correcto? Cada quien define lo que es correcto para uno tanto como lo incorrecto y este concepto lo vamos generando a partir de todo aquello por lo que pasamos y vivimos. Todos nuestros conocimientos, saberes, creencias y percepciones de las mismas. Si alguien no cree en lo mismo que nosotros, no podemos decir que está equivocado, simplemente piensa diferente a uno.

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